El Building Information Modeling (BIM) es una metodología de trabajo que engloba el desarrollo integral de un proyecto constructivo, incluyendo las instalaciones existentes en un edificio: eléctricas, de gas, fontanería, saneamiento, ventilación o climatización, entre otras. Es, quizás, el ámbito más desconocido en la aplicación de esta metodología, pero no por ello menos importante. Nos explica más detalles en esta entrevista Roger Beaumont, experto en la coordinación BIM de proyectos de instalaciones de edificación, ferroviarios y de obra civil y docente de esta especialidad en el máster Open BIM en Desarrollo y Gestión de Proyectos.
- ¿Qué ventajas técnicas nos ofrece proyectar y ejecutar las instalaciones de un edificio siguiendo la metodología BIM?
Parafraseando a Monty Python: “nadie espera la Inquisición BIM”. Siguiendo la metodología BIM, las ventajas se hallarán en la alta definición de los diseños constructivos antes de empezar la obra, la posibilidad de escoger soluciones técnicas sabiendo los costes económicos de instalación y mantenimiento y el retorno de la inversión, la sostenibilidad y el confort que aporta cada una de ellas en el usuario, y una desviación del presupuesto y de los plazos de construcción casi irrelevante, comparada con los proyectos que se suelen hacer sin metodología BIM. Pero quisiera advertir que entre la adquisición de un software BIM y la realización de un proyecto con metodología BIM, pasarán meses de trabajo duro. Para un despacho de ingeniería de instalaciones, la conversión es muy exigente; en tiempo, en dinero y en esfuerzo del equipo. Hay que asumir que el objetivo de esta metodología es conseguir hacer proyectos mucho más coherentes y completos, con los que la ejecución de la obra sea lo más eficiente y previsible posible. Una frase habitual era “eso ya se definirá en la obra”. BIM es absolutamente lo contrario.
- Más allá de la mejora en la eficiencia en tiempo y costes, ¿qué otras mejoras nos aportan en lo que se refiere a la coordinación de equipos?
La mejora en la eficiencia en tiempo y costes se consigue con una coordinación de equipos eficaz. Las ingenierías ya no son ateliers artesanales, tienden a convertirse en empresas IT: Cada vez más volumen de datos que se actualizan cada vez más deprisa, plazos más cortos y calidades más exigentes, mayor competencia y varios proyectos en marcha simultáneamente. Trabajar bajo los criterios de metodología BIM demanda mayor comunicación, cooperación y colaboración entre los miembros del equipo y entre los equipos que forman parte del proyecto. Especialmente, el equipo de instalaciones tiene ahora más información y más canales de comunicación para desarrollar su trabajo y poder modificar o hacer correcciones lo más pronto posible, evitando demoras que provocan re-trabajo y horas consumidas en objetivos sin valor añadido.
- ¿Cuáles son los softwares más utilizados?
Actualmente, el software más utilizado es el de creación de contenido BIM, que consta de geometría 3D e información asociada a objetos 3D, que tienen un coste por su uso, y los visores de modelos BIM ya generados, que hay open-source y también propietario, es decir, diseñado y comercializado por una empresa privada.
- ¿Apostar por el BIM en instalaciones es apostar también por la eficiencia energética?
No diría que hay una relación directa, pero si el objetivo es conseguir un edificio o construcción sostenible y energéticamente eficiente, diseñarlo con metodología BIM te permitirá obtener la solución más sostenible posible. El estado de la técnica actual no ha alcanzado aún un diálogo fluido entre software de generación de contenido BIM y software de simulación energética: Según con qué software generaste tu modelo BIM y cómo lo hiciste, dicho modelo podrá ser interpretado mejor por un software de simulación que otro. Una simulación de luz artificial, un análisis térmico, un estudio de los flujos de aire interior… hay muchos tipos de simulación posible, muchos tipos de software y hay que conocer cuál se va a usar y cómo se ha construido el modelo BIM para que el resultado sea fiable. De hecho, esta interoperabilidad entre softwares es uno de los grandes caballos de batalla en el mundo BIM actualmente, muchos desarrolladores e instituciones supragubernamentales invierten conocimientos y recursos en que esta interoperabilidad sea cada vez más amigable y homogénea.
- ¿Cómo afecta el uso del BIM al posterior mantenimiento de las instalaciones?
Bueno, pues el carro BIM también está tirado por otro caballo de batalla: La interoperabilidad entre el modelo BIM y los softwares de mantenimiento, que en el mercado los denominan CAFM, CMMS (GMAO en español), IWMS y demás. Mucha inversión e investigación actualmente concentrada en esta interoperabilidad, pero como en el caso de la simulación energética, no se puede decir que sea muy fluida. Sin embargo, es evidente que disponer de una representación digital de las instalaciones de tu edificio, factoría, campus, etc., con información actualizada y accesible de ubicación física, fechas de revisión, garantías, números de serie, caudales, potencias, etc., facilita la gestión de su mantenimiento a nivel dios: Al saber lo necesario para realizar el mantenimiento preventivo, el ahorro en mantenimiento reactivo es exorbitante. Además, aporta una utilidad adicional y muy valiosa para la gestión de espacios: El equipo de mantenimiento tiene acceso a todos los espacios existentes, sus usos, sus horarios, y facilita la reserva de espacios para usos determinados.
Un encargado de mantenimiento de una pista de hielo nos contó la anécdota incómoda que mientras estaban haciendo un cambio en la maquinaria de la pista, otro departamento la había alquilado a una empresa, y coincidieron todos allá a la vez. Y no se pudo realizar ninguna de las dos actividades. Esto se puede evitar con el uso apropiado de la metodología BIM por parte del FM.
- ¿Cuál es el grado de madurez de la implementación BIM en el diseño y ejecución de instalaciones?
Me temo que de las tres ramas de la edificación (arquitectura, estructuras e instalaciones), la de instalaciones es la que le queda más por recorrer. Esto pienso que se debe a cómo se han desarrollado los proyectos de instalaciones en los últimos años, donde la velocidad y el bajo coste han sido los valores más buscados. La llegada del BIM impacta de lleno con este paradigma, ya que es imposible hacer un proyecto en BIM tan rápido y barato como en Autocad, digan lo que digan. Simplemente, lo que en un pasillo representado por dos líneas era un conducto (o sea, otra línea), ahora se representa en un pasillo con sus vigas, pasos laterales, alturas de falso techo, con un elemento tridimensional con grosor, material, altura, que debe “esquivar” otros objetos presentes. Y además, hay que añadir infinidad de parámetros aleatorios a criterio del cliente, otros necesarios para la gestión del modelo, etc. Pero estas exigencias que requieren más tiempo en la mesa del diseñador, ya no hay que solucionarlas en la caseta de obra. Este es el quid. A pesar de que me parece que el sector aún no ha asimilado este cambio de paradigma.
- ¿Cómo abordáis esta especialidad desde el máster Open BIM en Desarrollo y Gestión de Proyectos de la UPC School?
Una de los principales conceptos que este máster intenta transmitir a los alumnos con la intención que ellos hagan proselitismo, es que software BIM no es metodología BIM. Así que el enfoque para las instalaciones es orgánico en el sentido que el titulado con el máster sea consciente que hay maneras de trabajar que no son compatibles con la metolodología BIM, ya que este es el propósito mismo de la metodología: Reducir los costes y los plazos derivados de la falta de definición en los proyectos. Aunque tripliques el tiempo de diseño de un proyecto, y los honorarios derivados de ello, la cantidad será irrelevante comparado con el coste que te ahorras si tuvieras que hacer reuniones en obra, semana tras semana, decidiendo soluciones, enviando e-mails, llamadas a las instaladoras, reproches del cliente, etc., por no haber triplicado ese tiempo en la fase de diseño.
Los alumnos que hacen este máster puede ser que no tengan ningún conocimiento de metodología BIM, algunos habrán hecho un curso, habrán replicado algún tutorial de youtube, otros tendrán alguna experiencia, y algunos son auténticos expertos que desean profundizar. El objetivo es ofrecer una formación integral y completa, una visión global de la metodología, sus aplicaciones, posibilidades y restricciones, con las ventajas y los inconvenientes que nos encontramos en el día a día en el mercado actual, para que el titulado pueda llegar al mercado con los criterios bien definidos y pueda ayudar a cualquier empresa a trabajar BIM de la manera más satisfactoria posible.
- ¿Puedes destacarnos algún caso de éxito en el modelado BIM de instalaciones?
Siendo freelance, me llegó la oportunidad de realizar en metodología BIM el proyecto ejecutivo de un nuevo edificio para las dependencias del cuerpo de Bomberos de Solsona, en la provincia de Lleida, que incluía la reforma total de las cocheras existentes, en servicio desde 1983. Monté un pequeño equipo coordinado: una parte, de nacionalidad italiana, modeló la arquitectura y otra parte modelamos las instalaciones, dividiéndonos la carga de trabajo y vigilando la coherencia del proyecto. Con un diseño arquitectónico moderno, se planteó un diseño sostenible y confortable para los usuarios finales, los bomberos, cuyas necesidades estuvieron siempre presentes en nuestro trabajo (descanso, gimnasio, comedor, vestuarios, cocheras …). Se modelaron, midieron y presupuestaron todos los materiales de cada instalación (fontanería, saneamiento, ventilación y climatización, electricidad alumbrado, telecomunicaciones, seguridad, etc.). Se realizaron análisis de interferencias periódicamente y el proyecto se entregó en formato de código abierto “ifc” y en planos 2D exportados directamente del modelo. Como en absolutamente todos los proyectos, surgieron problemas inesperados: Concretamente, recuerdo con horror la fase de la exportación a “ifc”, requisito contractual del proyecto; fue frustrante, estaba ya todo hecho, solo nos quedaba ese paso y no lo conseguíamos satisfactoriamente. Si no lo lográbamos, todo el trabajo era inútil, estábamos invirtiendo horas en un proceso aparentemente sencillo, no se podía facturar sin este formato. Casi lloré. Pero al final, salió y estoy bastante orgulloso de este proyecto.