Este concepto de perfectibilidad se ha aplicado en un solar de reducidas dimensiones de la calle Dr. Carulla de Barcelona, un pequeño edificio de 4 plantas con un uso no definido como comercial ni de viviendas. La estructura se pone al servicio de la modularidad y el dinamismo, según las necesidades y los usos; así, se puede estructurar la fachada y permite intercambiar los elementos que la componen gracias a una retícula de montantes verticales o marcos portantes. El proyecto es obra de Carlos Ferrater y Laura Ferrater. En edificios en fase de rehabilitación, esta técnica puede resultar muy interesante para mejorar las condiciones estéticas y acústicas de un inmueble.
Ya en 2007 se empezó a investigar sobre este tema y se creó el proyecto Casa Barcelona, en el que, mediante propuestas de diferentes empresas y arquitectos, se quería estudiar el concepto de vivienda flexible. Se mostraban las soluciones en una vivienda básica, preparada para evolucionar y perfeccionarse, cuya evolución y adaptación de las necesidades de sus «habitantes» no necesitaran grandes obras ni reestructuraciones.
Me encanta esto sobre todo porque son estructuras en fase de rehabilitación, los resultados definitivamente deben ser muy interesantes.