La gestión integral de los edificios, tanto de los inmuebles como de los servicios asociados, se está convirtiendo en un área de vital importancia para las empresas. Una buena estrategia de facility management permite optimizar la rentabilidad de los activos inmobiliarios y las infraestructuras, reducir los costes de mantenimiento y conservación, además de ofrecer servicios de soporte más competitivos y adecuados al core business de la organización.
La diversidad de actividades incluidas en la gestión y conservación de edificios y en el mantenimiento de las instalaciones hace necesaria la profesionalización de los responsables de esta área funcional de las empresas, que a menudo actúan de forma autodidacta y carentes de metodología.
La profesionalización de estas actividades ha dado paso a lo que se conoce a nivel internacional como facility manager. Este profesional agrupa múltiples disciplinas para asegurar una óptima funcionalidad del entorno construido, integrado por personas, procesos y tecnología. Su objetivo es garantizar el máximo rendimiento de los activos y la satisfacción de los clientes hacia los servicios ofrecidos. Además, es necesario tener en cuenta que esta tarea debe desarrollarse bajo criterios de sostenibilidad y eficiencia energética, en compromiso con el resto de la sociedad. Optimizar el rendimiento de los activos es un aspecto crítico para las organizaciones, lo que hace situar a esta figura emergente como una pieza fundamental en el organigrama empresarial.
El máster de formación permanente en Facility Management ofrece las más avanzadas herramientas para desplegar una estrategia corporativa sólida y eficiente respecto a la gestión y explotación de recursos inmobiliarios y la coordinación de los servicios relacionados.